¿Cómo fue para mi despertar espiritualmente?
Debo confesar que cuando llegó el momento de escribir sobre mi experiencia en el proceso del despertar espiritual, me di cuenta de lo mucho que tenía y quería compartir con el mundo. No sabía por dónde iniciar.
Sin embargo, en ese momento, recordé uno de mis aprendizajes: la vida es cíclica, no hay principio ni final; sí, la trascendencia. Evolucionamos en espiral ascendente; todo lo que nos ocurre en esta vida está relacionado, no solo dentro de nosotros mismos, sino que además, a una gran red colectiva de la que somos parte.
Así que, con fe, simplemente comienzo a dejar fluir las palabras y anécdotas que lleguen, porque sé que serán las correctas para quien las lea en este momento.
Cerca de cumplir mis 40 años, me resultaba bastante inquietante no poder responder a la pregunta: “¿Qué te apasiona?”. Había muchas cosas que me gustaban y tenía facilidad para aprender, pero no sentía ese fuego que avivara mi entusiasmo por iniciar cada día. En ese punto de mi vida, estaba casada, tenía mis cuatro hijos, y un trabajo estable y seguro con un buen sueldo. A ojos de otros, mi vida era buena; incluso en mi entorno consideraban que tenía mucha suerte. Pero a pesar de todo lo hermoso que había creado, sentía un profundo vacío interior y la necesidad de experimentar la plenitud infinita.
A veces, en mis diálogos internos, rondaba la duda de cuán feliz era realmente. ¿Por qué sentía que algo me faltaba para estar completa? Había un impulso que me decía que debía “buscar algo”, pero no tenía idea de “qué” ni por “dónde” comenzar. Sin embargo, la sensación de estar encerrada en un cuarto del que debía encontrar la salida era clara. Estaba perdida, sin un rumbo certero, y simplemente pasaba mis días en piloto automático, atrapada en la rutina del hogar, el trabajo y los horarios de los chicos, y así, día tras día. Pero había una vocecita que siempre me decía “busca”.
Lo que quiero trasmitirte es que, el despertar espiritual es un llamado que nace muy profundo dentro de ti y no es al azar. Es una invitación a comenzar un viaje de transformación profunda. Tu alma sabe cuándo es el momento indicado; te susurra suavemente y de forma constante. Es ella quien te indica que ya es tiempo de mirar más allá del horizonte. Es normal sentir miedo y desconcierto; es parte del proceso.
La verdad es que, en esos momentos de confusión y búsqueda, comienzas a notar que tus viejas creencias ya no te sirven y que, de alguna manera, has comenzado a cuestionar todo lo que te rodea. ¿Es esto lo que quiero? ¿Estoy en el camino correcto? ¿Es esa la vida que realmente deseo vivir? Estas preguntas comienzan a surgir y, aunque a veces pueden ser incómodas, también son una señal de que estás lista para el cambio.
Recuerdo que los primeros destellos de mi despertar empezaron a iluminarse cuando comencé a escuchar mi intuición. A veces, simplemente sentía una llamada interna que me urgía a explorar nuevas ideas y prácticas espirituales. Empecé a leer libros de autores que nunca había considerado antes, a explorar conceptos como la meditación y la auto-reflexión. Fue un camino incierto, pero fascinante a la vez. Me abrí, exploré y empecé a descubrir cosas sobre mí misma que nunca supe que existían.
A medida que avanzaba en este camino espiritual, me encontré con muchas herramientas útiles. La meditación fue una de las más poderosas en mi proceso. Al principio, mi mente estaba llena de ruido, pensamientos y distracciones, pero con el tiempo aprendí a calmarla y a conectar con mi esencia más profunda. Eventualmente, la meditación se convirtió en un espacio sagrado donde podía escucharme a mí misma, donde podía conectar con mis emociones, mis miedos y mis deseos.
También comenzó a aparecer en mi vida un interés por temas como la conciencia plena y la energía. Empecé a notar cómo los pensamientos y las emociones afectan nuestra realidad. Ahí fue cuando me di cuenta de que realmente somos co-creadores de nuestras vidas. Al cambiar mi perspectiva y empezar a ver las cosas desde otra óptica, comencé a experimentar pequeños pero poderosos cambios en mi día a día.
El crecimiento espiritual no es un viaje lineal; está lleno de altibajos, momentos de claridad y confusión. Hay días en los que sientes que todo tiene sentido y que estás avanzando, y otros en los que te preguntas si realmente estás en el camino correcto. Eso es totalmente normal y, de hecho, forma parte de este hermoso transitar.
Por otro lado, algo bello que descubrí es el poder de la comunidad. Encontré a muchas personas en mi vida que estaban atravesando experiencias similares, y compartiendo estos momentos de vulnerabilidad, se creó un espacio de comprensión y apoyo. Aprendí que no estamos solos en este camino y que, aunque cada viaje es único, todos compartimos ciertas luchas y alegrías. Conectar con otros que estaban en la misma sintonía me brindó una nueva perspectiva y me ayudó a sostener mi búsqueda.
Quisiera animarte a que, si sientes ese llamado interno, si hay una inquietud persistente en tu alma, no la ignores. Puede que te veas rodeado de circunstancias que parecen buenas, pero el verdadero bienestar va más allá de lo aparente. Permítete explorar lo que hay dentro de ti. En cada uno de nosotros reside una chispa divina lista para ser encendida. Escucha esa voz interior que te pide a gritos una vida más auténtica y plena; es la brújula que marcará tu norte.
Con el tiempo, aprendí a confiar en el proceso. Cada paso que dí me acercó más a mí misma y a lo que realmente significaba ser auténticamente feliz. Me di cuenta de que la felicidad no es un destino, sino una serie de momentos vividos plenamente, abrazando cada emoción y experiencia como parte de mi viaje.
Así que, si alguna vez sientes que hay un vacío o que necesitas algo más en tu vida, confía en que estás exactamente donde deberías estar. A veces, el simple acto de buscar puede llevarte a experiencias transformadoras que te iluminarán de maneras que nunca imaginaste.
Recuerda, el despertar espiritual no es un viaje que termina; es un camino continuo de crecimiento y evolución. Permítete recorrerlo, abrazar la incertidumbre y descubrir las maravillas que te esperan al otro lado de esa puerta que ahora sientes que debes abrir. Te deseo todo el amor y la luz en este hermoso caminar.
Con amor y gratitud.
Romi
Si es la primera vez que me lees, te doy la bienvenida a mi templo holístico La Madre Rosa.
Como escritora mística, canalizadora, experta en iluminación y alquimista de vida, mi labor es guiarte a través de diferentes procesos de sanación y renacimiento, para que florezcas en tu esencia más pura y auténtica. 🌺✨
Prepárate para inspirarte, crecer y descubrir la magia que llevas dentro.
¡Tu aventura hacia el bienestar y la conexión comienza aquí!
¿Estás lista para dar el paso hacia la libertad y la expansión en tu vida? 💫💕
¡Te espero con los brazos abiertos!